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miércoles, 1 de agosto de 2018

Escueto… Está dando vueltas en mi cabeza ahora, es graciosa la palabra, perdona que siempre este buscando los pequeños detalles de cada una de ellas. Ya sabes que tengo un trauma.
Dijiste un día que la mente se calla cuando el corazón quiere hablar, y no, no pondré de pretexto que ayer por cuestiones externas te llame, porque antes de cualquier acción o pendiente del día de ayer lo único que necesitaba, era escucharte.
Te llame porque es muy simple para mi decirte, te extraño, porque me nace, porque no eres una obligación, porque eres tensión cuando estas a pocos centímetros de espalda, o cuando me miras a los ojos, cuando extiendes un mano para saludarme, te llame porque no imagine que extrañaría tanto los labios de alguien, o sus brazos.
En fin… podría escribirte una y mil razones por las cuales te llamaría, pero lo importante es que llame.